Estimados, comparto audio del informe del programa Las cosas en su sitio (Radio Sarandí)
relacionado sobre logros y debes del movimiento feminista en Uruguay, en donde
participé planteando mi perspectiva al
respecto.
El informe está dividido en dos tramos (mi participación en
particular se da en el segundo momento del informe, en el segundo audio que se
presenta) y se puede escuchar online en:
A su
vez, comparto el artículo de mi autoría al que se hace referencia en el
programa, el cual fue publicado el pasado jueves 16 en el semanario Voces, bajo
el título de “El feminismo radical y la banalización el mal”:
Como siempre, sus
comentarios, respetuosos y argumentados, tanto en la diferencia como en la
coincidencia, son bienvenidos en este espacio del blog.
1 comentario:
Desde la experiencia de España la impresión que da el feminismo es la de ser una ideología muy peligrosa. Desde hace años las llamadas campañas contra la violencia machista en vallas publicitarias, en la radio y en la TV fueron muy curiosas porque si sustituimos la palabra "hombre" por la palabra "judío" a lo mejor nos enteremos de qué va el movimiento feminista. En violación de nuestra Constitución, violación amparada por nuestro Tribunal Constitucional, las llamadas leyes de violencia de género desconocen el principio de igualdad ante la ley y el principio de presunción de inocencia. Bajo el pretexto de "proteger" a la mujer el hombre se ha convertido en lo que los nazis llamaban un "untersmenchen" o sea un infrahombre ya que dicha "protección" consiste en el que testimonio de la mujer posee validez en si mismo como prueba configurada y el hombre debe demostrar su inocencia en una inversión de la carga de la prueba. Es más he estado en institutos de enseñanza secundaria y he quedado horrorizado de como se humilla a un niño por decirle un piropo a una niña en un acto no muy diferente a un auto de fe laico y he sentido vergüenza ajena. Pero es el movimiento feminista no es un movimiento de mujeres aunque haya muchísimas. Se trata de un movimiento respaldado por hombres que muchas veces son más extremistas que las propias mujeres. En el fondo se trata de un movimiento totalitario que no pretende la igualdad ante la ley sino la igualdad mediante la ley que no es lo mismo. Y lo que asombra es el complejo de inferioridad ante dicho movimiento por parte de la sociedad. No las feministas no se limitan a pintar grafitis en las iglesias, escupen a quienes rezan el rosario delante de las mismas para impedir que las profanen. Pintan con spray los testículos de quienes rezan, les lanzan bragas con sangre menstrual, se desnudan y les pasan sus senos por la cara, queman imágenes de la virgen y de Jesucristo, desarrollan escenas de lesbianismo, hacen carnavaladas sacrílegas como durante en el llamado encuentro de mujeres autoconvocadas de San Juan en Argentina, cuyo video le recomiendo que vea. Provocan a quienes intentan rezar, con la policía detrás, no para impedirlo sino para intervenir y detener a las víctimas si alguien intenta defenderse. Acompañados de cámaras que no graban todo eso si no que esperan la reacción para poder denunciar la agresión machista. ¿Debo seguir? Muy triste todo esto, pero más aun el silencio cómplice de una sociedad que muere porque ha renunciado a dar la batalla de las ideas y la denuncia.
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