Estimados, comparto mi clip para Tv ciudad respecto del
último capítulo de la primera temporada de la serie Merlí (que ya arrancó en su
segunda temporada, emitiéndose martes y jueves a partir de las 22 horas) y la
entrevista al filósofo Miguel Pastorino en mi programa radial Punto F.
Merlí, capítulo Nietzsche:
¿Ya no necesitamos de Dios? Nietzsche sostenía que
los hombres le hemos matado y que derrumbadas las ideas de verdad y moral absoluta,
nos vemos arrojados a crear nuevos valores. Mi clip en TV Ciudad sobre el
capítulo que cierra la primera temporada de Merlí. Un capítulo para filosofar a
martillazos…https://www.facebook.com/TVCIUDADuy/videos/1621770597920565/
o en https://twitter.com/TVCIUDADuy/status/1011675259001503746
Miguel Pastorino y la
sociedad del cansancio
Nuestra sociedad del
cansancio (bloque 1): Partiendo del ensayo del
filósofo coreano Byung-Chul Han titulado La sociedad del
cansancio, Pastorino señala que “si en la sociedad moderna el enemigo
estaba afuera, ahora está adentro” y tenemos un “individuo que se autoexplota”
desde “la lógica perversa del “we can”, que genera que “nadie pueda descansar”,
donde nos sentimos culpables incluso de tener un tiempo libre y donde vivimos
bajo la lógica de “producir todo el tiempo”, lo cual ha llevado a que muchas
personas recurran a “doparse”. Vivimos, remarca Pastorino, “en una sociedad del
dopaje”, para poder estar bien, para poder rendir:
Las Humanidades y la sociedad
del cansancio (bloque 2): En
el segundo tramo de Punto F, retomamos la reflexión sobre nuestra “sociedad del
cansancio” y nuestro invitado reivindica la importancia de la formación
humanística, y agrega que la salida a la sociedad del cansancio y del dopaje en
la que estamos hundidos está en reconocer nuestra vulnerabilidad, descentrarnos
de nosotros mismos e ir en busca del otro:
Todos los programas de Punto F pueden escucharse recorriendo
los contenidos que propone el siguiente link: http://radiopedal.uy/punto-f/ y también en
nuestro sitio en Facebook: https://www.facebook.com/puntoefeUruguay/
A su vez, los invito a sumarse a mi página en Facebook: https://www.facebook.com/pabloromerogarcia74/
y, como siempre, sus comentarios también
son bienvenidos en este espacio de mi blog.
5 comentarios:
La idea de dios o dioses es el resultado de la ignorancia de la gente que no puede explicarlo todo sin eso, hoy por fortuna si se puede, y la debilidad de muchos (la mayoria) que sin creer en un Papa Noel en el cielo no pueden afrontar las desdichas y desgracias de la vida explica que todavis haya tantos credulos, a expensas de quienes las iglesias lucran. No tengo una gran opinion del ser humano con las tremendas matanzas y sadismo a traves de los siglos, pero solo podra ser feliz cuando tire por la borda esas groseras supersticiones y apele a la RAZON, lo unico que le permite al ser humano actuar calmo y sin violencia.
Dicho esto, me permito la vieja broma que les va a gustar a los credulos:
Dijo Jujocas, dios no existe.
50 años despues, el dios (imaginario) dice:
Jujocas no existe...
Creo que la creencia en Dios va un poco de la fe que la persona tiene en una fuerza superior. A ver si me explico, es sostenerse en esa fuerza que es positiva, como que no está solo el individuo frente a situaciones durante las cuales no hay un ser humano que lo proteja. es como cuando la gente dice:" qué destino cruel tuvo X persona". Yo...no creo en el destino, sino que a este lo hacemos nosotros mismo con nuestras elecciones, actitudes y lo que decidamos hacer con nuestras vidas. Tenemos infinitas oportunidades de elecciones de como encauzar nuestras vidas y si no usamos bien nuestro razonamiento, vamos a caer en errores que pueden ser fatales. Los creyentes dicen que Dios nos dio dos caminos, el del bien y del mal y que nosotros libremente escogemos cual camino seguir. Esto es muy complejo. Nosotros, cada uno, debemos saber muy bien lo que queremos en la vida e intentar vivir lo mejor posible. Pensamiento positivo, amor y respeto hacia el prójimo.
Mucho ojo con eso llamado 'fe'. Cuando se suspende la razon y prima
la 'fe' ocurren las mas grandes matanzas y persecuciones. Los credulos
quieren que creamos que esa 'fe' es algo muy bueno, sin el no se puede
vivir, falso, es el camino a alienarnos y confiar en impulsos y actos
irracionales, que son muy, muy peligrosos.
Pero de eso viven muchos miles de sacerdotes, pastores y otros tales
a expensas de la credulidad humana.
No soy filosofo, pero suelo filosofar, he aqui a lo que he llegado en
73 años de vida:
EL HOMBRE
El ser humano es considerado el más alto grado de evolución de la vida en la Tierra. El gran desarrollo del cerebro especialmente le ha permitido gradualmente asumir un control no sólo sobre las demás especies, cuyo número y dispersión puede decidir y hasta llevarlas a su extinción, sino que ese control se extiende a toda la naturaleza, recursos minerales, vegetales, animales que utiliza para su beneficio.
Para justificar ese dominio a lo largo de los siglos ha adoptado creencias según las cuales un dios creador todopoderoso le ha concedido ese privilegiado lugar en el orden natural.
Quienes no comparten tales creencias aceptan sin embargo la posición predominante de los humanos en nuestro planeta como algo lógico y razonable.
Para quienes analizan el motivo principal para tal dominio, el cerebro muy desarrollado, comparándolo con el del resto de los animales y estudian algunas de las consecuencias de esa situación, el panorama no parece muy alentador.
En el mundo animal no-humano actitudes como el sadismo o la crueldad no existen. Los animales matan para alimentarse o proteger su integridad física o su territorio, pero sin hacer sufrir a sus víctimas.
Los seres humanos, por lo contrario, sin importar su vida anterior libre de comportamientos excesivos y anormales, bajo determinadas condiciones pueden descender a los más bajos niveles de crueldad en su comportamiento frente a los propios miembros de su especie.
Su falta de respeto por otras formas de vida, basado en una falsa idea de superioridad como especie, lo lleva a matanzas indiscriminadas de otras formas de vida, no por necesidad para su supervivencia sino por el mero placer de dar muerte a esos animales, lo que altera innecesariamente el equilibrio natural en nuestro planeta.
Matanzas sistemáticas de otros seres humanos, opresión y deshumanización no son cosas de un pasado salvaje que la civilización ha eliminado, por lo contrario, el último siglo de incomparable desarrollo cultural, científico y tecnológico ha visto el exterminio metódico y deliberado de cientos de millones de personas, cometido no por algunos relativamente pocos seres humanos fanatizados y desequilibrados, sino por gran número de miembros de esos grupos humanos que aparentemente tenían vidas normales, carentes de violencia genocida.
La realidad actual en pleno siglo XXI es de una humanidad en su mayor parte empobrecida y con un nivel de vida miserable por la injusta distribución de la riqueza y de los medios para adquirirla así como de niveles de vida alienantes en aquellas regiones de gran bienestar económico.
En estas últimas el aumento del tiempo libre de las personas no ha conducido a una humanidad más culta, respetuosa de los demás, equilibrada y razonable en sus aspiraciones sino a lo que parece ser una idiotización progresiva de la gente mediante herramientas culturales nocivas que aparentemente procuran eliminar el espíritu crítico de quienes generan la riqueza pero recogen una mínima parte de la misma.
Basta observar el mundo que nos rodea para ver la proliferación del uso de drogas tanto legales como ilegales para superar estados de depresión frecuentes y extendidos, la banalización de la vida cotidiana donde la persecución de ideales es vista como pérdida de tiempo, la progresiva desintegración de las familias ausentes de sus domicilios la mayor parte del tiempo en pos de satisfacer las necesidades de un consumismo desaforado que al proveer satisfacción por muy poco tiempo, como las drogas por ahora ilegales de uso tan difundido, generan círculos viciosos, insatisfacción y pérdida progresiva del control de las condiciones de vida individuales.
Civilización y sociedad son creaciones humanas inmensas, y perversas. Dignas de humanos.
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