sábado, 8 de junio de 2013

El amor como principio político

¿En qué medida el amor puede suponer un principio político? Tomando como disparador unas declaraciones de Mujica para la televisión española, en mi columna de esta semana en Ciudad + (el periodístico central de Tevé Ciudad) trabajé el vínculo entre el amor y la política, trayendo a escena a Platón, Badiou y Bauman. 

Los invito a ver la columna y a seguir dialogando sobre el amor y la política, en este espacio del blog y/o en el sitio en Facebook del programa: http://www.facebook.com/ciudadmas?fref=ts y/o a través del espacio en Youtube de la columna.


La columna la ven acá mismo y/o en: http://youtu.be/lB-G-aOWjoQ

Y los espero con una nueva columna el próximo jueves, sobre las 19:30 (el programa, que vale la pena ver completo, comienza a las 19:00), en la pantalla de Ciudad + (quienes no tiene cable lo pueden ver en vivo online en: http://adinettv.com.uy/canal/69), donde abordaré el tema de la despenalización del aborto.



2 comentarios:

Andrés dijo...

A ver si entiendo. La era que estamos viviendo es como la cumbre del individualismo. No es raro que tanto la política como el amor estén en el cti. O más bien, agonizando en una calle de Calcuta. Se podría decir que es una era de espejos. El ojo vuelto sobre sí mismo. Pero el espejo ahora es LCD-LED-FULL-HD. El mundo pixelado: Espejito espejito... Parece que verse en una pantalla, colgado en la web o robando cámara en un programa barato, es como la constatación de la propia existencia. Tan leve e insignificante es nuestra vida, que el hecho de aparecer, tal vez nos funcione como la afirmación de que en realidad existimos. Claro que es una realidad irreal, o virtual, como nos gusta llamar a esta naturaleza hipermediatizada y en clave www. Acá es donde me acuerdo de Lipovetsky diciendo que en nuestra era el emisor y el receptor son el mismo (el colapso de la comunicación). La idea de mostrarse es mostrarse para uno mismo. (Por ejemplo esto que escribo.) Así, las relaciones son un refuerzo de uno mismo y no ya la construcción de un ENTRE que nos constituye seres políticos. Sabater insiste con que el ser político se educa y se aprende, no se da automáticamente por caer en el mundo. Arendt remarca que la naturaleza política es una posibilidad del ser humano y no una condición natural innata. Es como que estamos llamados a (capacitados para) ser homo politicus; pero si eso no se construye como un logro del ENTRE los diferentes, no se da porque sí. Y ahí llego a Badiou y el amor al diferente. Será que todavía es posible? Soy pesimista. Si en Platón, las diferencias (el otro totalmente otro) se anulaban en el-ser-único-ideal, nuestra era anula la diferencia (el otro que interpela) por ceguera, por indiferencia, por inanición. La tolerancia de la diversidad se parece más a un live-and-let-die que a un compromiso en la construcción de un lugar común en la que el otro desafía, interpela y compromete. El UNO es ahora el uno-mismo, y eso (me) basta. El shopping seguirá siendo una coartada para la democracia (que ya no precisa de elecciones sino de encuestas), las relaciones un reafirmación de mí (YO, PSI) y la política una utopía pasada de moda.

Anónimo dijo...



Cuanto mas veo la evolucion de la humanidad, mas me comvenzo que la evolucion biologica hacia cerebro complejo ha puesto sobre la Tierra una especie malvada, destructiva, una peste que amenaza toda la vida del planeta, un monstruo que debe eliminarse si el desarrollo de la vida aqui va a continuar normalmente.

Claro que los propios humanos se defienden diciendo que hay gente buena asi como grandes asesinos y torturadores sadicos (NINGUN animal es sadico, matan para alimentarse o defenderse o como el gato con el raton, para mejorar sus habilidades cazadoras), pero cualquier humano, aun esos "buenos" en circunstancias extremas llega a ser tan o mas malvado que los criminales tan denostados.

Pero cuan habiles son los humanos para autoegañarse y pensar que son una especie avanzada y algo bueno para la Tierra.

Sabiendo esa realidad, vivo con ella y trato de pasarla lo mejor posible haciendo el menor daño posible, pero trato de no engañarme.

Cuando la humanidad rechazo el socialismo, la mejor manera de vivir de forma organizada y solidaria, para abrazar el capitalismo consumista y alienante, ahi mostro que no tiene futuro.

Juan