lunes, 23 de diciembre de 2019

¿Para qué educar en el ciclo básico?

Comparto mi nuevo artículo publicado en Uypress: https://www.uypress.net/auc.aspx?101052

¿Para qué educar en el ciclo básico?

En nuestro anterior artículo (Los desafíos educativos del nuevo gobierno) planteábamos, entre los varios puntos esbozados como prioritarios, la necesidad de focalizar buena parte de los esfuerzos del gobierno entrante en revertir el panorama que tenemos en el ciclo básico, convertido en la zona roja de nuestro sistema educativo.
Al cabo de los veinte años que llevo ejerciendo como docente en dicho tramo de la  escolarización, entiendo que estamos en un momento en donde hay dos ejes de atención ineludibles: el trabajo en competencias básicas –fundamentalmente en lectoescritura- y la educación en valores. Ambos aspectos son, por cierto, recogidos en mi proyecto Educación y capital cultural, donde planteo una reformulación curricular que incluya talleres sobre Argumentación y Ética para adolescentes. 
Los niveles básicos de competencias pueden y deben ser acompañados desde el ciclo básico por espacios de diálogo y reflexión sobre los valores deseables en una comunidad, lo que nos permitiría ir conformando una ciudadanía preparada tempranamente para el cultivo de la tolerancia, el respeto y la convivencia, entre otras aptitudes que repercuten en una mejor vida en común (y también, por cierto, en el mejor desarrollo de cualquier oficio, profesión o trabajo que más adelante esa persona realice en su vida adulta). 
Nuestro país, en un fenómeno que no es ajeno a muchas otras sociedades, atraviesa un déficit de capital cultural cuyo trasfondo implica un problema valorativo, o sea, forma parte de una crisis que es esencialmente moral. 
Buena parte del deterioro de nuestro entramado social está dado por una conjunción de ese estado de degradación cultural acompañado de ciertas valoraciones poco saludables individual y colectivamente. Mal podemos mejorar en competencias y contenidos si no formamos a la par un alumno capaz de apreciar, por ejemplo, la importancia de estudiar y de ser un buen compañero.
A su vez, los aprendizajes realmente significativos en el campo de la lectoescritura no pueden separarse de la capacidad de profundizar en aspectos argumentativos. El argumentar es una actividad que realizamos en todo momento y que define en buena medida nuestros vínculos y que conforma a largo plazo la medida de nuestra calidad democrática como sociedad. 
Mi experiencia como docente de Filosofía en bachillerato -y la ganada en los años en que ejercí como docente de Argumentación a nivel universitario- refuerzan el planteo de la pertinencia de comenzar tempranamente a trabajar en el fortalecimiento de una ética argumentativa. Hay que brindarles estas herramientas reflexivas sobre lenguaje y valores muchísimo antes de lo que lo venimos haciendo. Insisto, se puede y se debe.
Desde estos espacios se podrían tocar fibras que son vitales motivar y movilizar a esa edad y suponen, como señalábamos al comienzo, el debido complemento a otras competencias básicas, pues son generadoras de un sentido que es elemental comenzar por construir desde el inicio de la adolescencia y su vida liceal. 
Es clave que los alumnos del ciclo básico puedan comprender, por ejemplo, por qué es importante el formarse intelectualmente, o por qué es deseable reflexionar sobre nuestros actos y sus consecuencias, o  por qué es valioso el escribir sin faltas de ortografía o el saber pensar matemáticamente, o por qué es necesario saber bucear adecuadamente en el mar de información que las nuevas tecnologías han puesto a disposición.
Debemos enfocarnos en revertir el sinsentido, el disvalor y la baja capacidad de reflexión, elementos que están enrabados entre sí y que tienen múltiples causas. Escapa a las  instituciones educativos la posibilidad de una solución total del tema, lo cual no nos debe impedir ser conscientes de que es justamente en ellas en donde se juega buena parte de las posibilidades de rectificar tal panorama. 
Los principales problemas que el país está padeciendo en materia educativa, tienen que ver básicamente con el debilitamiento del tejido que conforma el espacio ético-cultural. Fallará toda política de gestión o proyecto técnico en áreas como la educación si no se concibe desde el fortalecimiento de valores culturales y una cultura de valores que fortalezcan las dos áreas fundamentales de la vida de una persona: la capacidad de reflexionar y la capacidad de valorar. Y educar es, ante todo, formar personas. Y formar personas es formar ciudadanos, formar república, o sea, sembrar y cosechar un futuro deseable en común. 

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Los desafíos educativos del nuevo gobierno

Se abre una nueva etapa en el país y, con ella, se renueva la posibilidad de que el campo educativo sea debidamente posicionado en el centro de la trama social. ¿Qué señales desde el futuro gobierno de la educación son necesarias dar en lo inmediato? ¿Qué errores políticos no se deben repetir? ¿Qué papel tienen los docentes y los sindicatos? ¿Qué papel jugará el MEC y qué equilibrios se necesitarán?
Al respecto, mi artículo en Uypress: https://www.uypress.net/auc.aspx?100750 


O pueden leerlo directamente aquí:


Los desafíos educativos del nuevo gobierno

Se abre una nueva etapa en el país y, con ella, se renueva la posibilidad de que el campo educativo sea debidamente posicionado en el centro de la trama social. Los desafíos son varios, comenzando por atender un déficit de capital cultural que condiciona en buena medida las posibilidades de nuestros jóvenes y que nos compromete como sociedad. Nuestra principal crisis no es económica, sino de marginalidad cultural, la cual se ha acentuado en los últimos años.
En la educación, esto se ve reflejado no solamente en los resultados que arrojan los análisis internacionales que al respecto se han realizado sobre nuestro país y en los informes presentados por nuestro Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEED), sino en la experiencia áulica cotidiana de aquellos que ejercemos la docencia. En particular, es una situación rápidamente comprobable en nuestro ciclo básico de educación media, convertido en la zona “roja” de nuestro sistema educativo. El ciclo básico es una radiografía del derrotero de nuestra sociedad, una fotografía pura y dura de los principales problemas que atravesamos como comunidad.  
La educación ha dejado de ser un espacio clave en la construcción de igualdad de oportunidades para convertirse en parte de la maquinaria que reproduce las desigualdades sociales (sobre este punto me explayo debidamente en mi proyecto “Educación y capital cultural” y en una reciente conferencia dictada en el marco de las “Jornadas Binacionales de Educación”, materiales ambos  localizables en la web). Las explicaciones sobre esta situación son múltiples, debiendo comenzar por comprender  y atender que el campo educativo, en tanto es atravesado por todos los hilos sociales que nos conforman, es un reflejo del proceso de desvalorización de los pilares que sostenían lo mejor de nuestra tradición cultural.

El arte de la negociación

¿Qué señales desde el futuro gobierno de la educación son necesarias dar en lo inmediato para comenzar un proceso de recuperación de nuestra educación pública?
La respuesta a esta pregunta implica el abordaje de diversos aspectos, que incluyen cuestiones políticas, pedagógicas y económicas, entre otras. Las trataré de afrontar a lo largo de una serie continuada de artículos, esperando contribuir en tal sentido a un debate que se torna vital en estos meses donde se trazarán las principales hojas de ruta a seguir por las nuevas autoridades educativas, las que tendrán un desafío histórico. No será una tarea sencilla. Y las primeras señales deberán ser políticas antes que vinculadas a contenidos más propiamente educativos, más específicamente pedagógicos.
En primera instancia, se deberá comprender cabalmente aquello que hace a la esencia de la política: el arte de la  negociación. Debemos ser claros desde el primer momento: no hay reforma educativa posible sin contar con los docentes, que son los encargados finales de llevar adelante cualquier cambio propuesto. Si pretendemos que el centro del sistema educativo sean los alumnos, los docentes son la variable fundamental.
Y tampoco se podrá llegar a buen puerto si no se existe el debido diálogo con los sindicatos de la educación. Se deberá hilar muy fino en tal sentido, porque la señal política es la primera que debe darse si lo que queremos es no perder un nuevo lustro en pulseadas que simplemente lograrán paralizarnos. Entrar en el desgaste del juego respecto de quién es “el más fuerte”, “el mandamás” o “el que ejerce el poder legítimo”, sería un modo torpe de comprender lo que el país realmente necesita. Por supuesto, esto corre para todas las partes involucradas, pero es, sobre todo, una responsabilidad central de aquellos que han sido electos para conducir el país. Y, por supuesto, esto no implica ceder puntos o iniciativas sin razón alguna u otorgar el poder de decisiones cuando no corresponde.
Lo que sí implica es el ejercicio del diálogo y el colocar en escena actores que puedan tender puentes, el posicionar en la mesa a aquellos que puedan contribuir del mejor modo posible al desarrollo de la argumentación y la negociación. Alcanza con analizar y reflexionar sobre lo que sucedió en estos últimos años para reconocer la conveniencia de postular este primer punto.

Lecturas de una derrota política

Uno de los mayores errores del gobierno de Tabaré Vázquez fue colocar al frente del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) a María Julia Muñoz, quien no sólo desde el arranque no era legitimada como una persona con experiencia en tales asuntos (un claro ejemplo del mal mayor que se comete cuando se anteponen cargos políticos a cargos de pertinencia por capacidad en el campo designado) sino que desde una actitud de soberbia y destrato hacia los docentes no solo no le torció el brazo a los sindicatos de la educación (ese parece ser el objetivo por el que Vázquez la colocó allí, esperando que repitiera la “hazaña” realizada cuando estuvo al frente del Ministerio de Salud Pública), sino que se encargó de dinamitar todos los puentes posibles. Un error grosero e imperdonable del Presidente.
Para completar el cuadro, las autoridades del Consejo de Educación Secundaria (CES), en la figura de su Directora Celsa Puente, se encargaron de acentuar los enfrentamientos con el sindicato y ejercieron una suerte de “caza de brujas” contra aquellos docentes que planteábamos públicamente -y desde espacios no sindicalizados, por cierto- los problemas que Secundaria presentaba.
Errores políticos que terminaron costando mucho al gobierno y a la fuerza política que allí lo colocó, pero que, lo más grave, terminaron costándole mucho  a la sociedad en su conjunto.
En tal sentido, el principal error del gobierno frentista, el que se lleva el primer puesto por varios cuerpos, fue la declaración de esencialidad de la educación llevada adelante en 2015, en medio de un conflicto por su no cumplimiento del presupuesto designado para la educación. Lejos de lograr aquietar las aguas, la poco inteligente estrategia de intentar amedrentar a los docentes con la amenaza de iniciarles un sumario y finalmente destituirlos si no cortaban con la legítima protesta, logró el efecto contrario, prolongando innecesariamente la huelga y abriendo una grieta que no logró cerrarse en todo el período y que trancó toda posibilidad de avance real. Cuesta comprender la torpeza de tal accionar.
Con el modus operandi de Muñoz y Puente, avalado por un Ejecutivo que no escuchaba los reclamos docentes al respecto, no solo no se logró cambio alguno del ADN educativo sino que ni siquiera se pudo cambiar algo menos pretencioso como el formato de la elección de horas. La derrota política fue contundente y deja varias lecturas, que ojalá hayan dejado lecciones a considerar a la hora de una nueva oportunidad.

La revalorización de los docentes

La primera lección que debería sacarse en limpio es que no hay reforma posible sin diálogo constructivo con los docentes, formen parte o no del sindicato.
En una reciente entrevista en el programa televisivo Desayunos Informales, el posible presidente del futuro Codicen, el profesor Robert Silva, señaló que “es imposible pensar en una educación de calidad sin el docente”. Esto, que parece estar en la tapa del libro, es, sin embargo, una señal nada menor, sobre todo frente a discursos que parecen querer prescindir de los educadores. O que los conciben como simples empleados y no como los artífices fundamentales del sistema educativo.
La caída puede ser brutal sino se entiende la importancia de colocar en el eje central a los educadores. El discurso del alumno como el centro del hecho educativo convirtiendo a los docentes en el elemento negativo que no acompañaba debidamente esa perspectiva resultó, como era de esperar, un fracaso estrepitoso. Solo el desconocimiento de cómo funciona el ámbito institucional y áulico podría llevar a que nuevamente se incurra en tamaño error.
Se debe priorizar y jerarquizar la formación docente, invirtiendo debidamente en políticas de formación permanente, que es el gran déficit que tienen nuestros educadores. El egreso de los Institutos de formación docente resulta en muchos casos el comienzo del fin de la vida intelectual del educador. Y esto es algo que no nos puede seguir pasando Para evitarlo, es fundamental el incentivo intelectual y económico que lleve a que el docente avance y crezca en su carrera en el marco de una permanente formación. Nos jugamos gran parte del partido en entender y atender esta realidad.
A su vez, debemos de una vez por todas zanjar una discusión que no puede ser más parte de un conflicto: los educadores deben ser retribuidos salarialmente de acuerdo a la marcada importancia de la tarea social que llevan adelante. Jerarquizar el salario docente forma parte de las medidas que cualquier sistema educativo exitoso coloca en la balanza, a sabiendas que lo económico implica una señal que es simbólica y que trasmite valores.
Una sociedad que paga mal a sus maestros y profesores, no solo los condena a una vida profesional de segunda mano sino que brinda un mensaje negativo sobre la importancia otorgada a la educación. Jerarquizar el salario docente es jerarquizar la educación, es enviar una señal al resto de la sociedad donde se deja en claro que la formación intelectual y que la profesión de educar es una de las tareas más nobles e importantes que puede llevar adelante una persona en su vida en comunidad.
Luego de años de discursos de impronta “mujiquista” que han bastardeado la formación intelectual, la formación universitaria, la formación humanística, nos debemos un rápido retorno a todos los elementos posibles que nos permitan volver a legitimar y privilegiar el cultivo intelectual del ciudadano. Es este un paso fundamental para comenzar a abandonar el grado de marginalidad cultural en el que nos hemos hundido.
Estas, pues, son otras señales políticas que deben estar dadas desde el arranque del futuro gobierno de la educación, partiendo desde lo que el presupuesto quinquenal del gobierno central indique como valor social a privilegiar. Cómo se barajan los números es, ante todo, una señal de ética pública. Dime qué priorizas y te diré que tipo de valores refleja tu gobierno.

La búsqueda de equilibrios

El trabajo en conjunto entre el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y el Codicen será primordial, sobre todo para mantener ciertos equilibrios necesarios. La mayor relevancia que cobrará el MEC colocará en escena a Pablo da Silveira como figura principal de los nuevos tiempos educativos que se avecinan. Su articulación con Robert Silva será esencial, del mismo modo que lo será el escuchar y sumar los aportes en propuestas que tengamos los docentes que trabajamos en el sistema educativo y que lo conocemos desde adentro (con lo que esto significa en el imaginario docente a la hora de la legitimación de los interlocutores presentados), tanto como lo que puedan contribuir los sindicatos y las iniciativas ciudadanas educativas como Eduy21.
El desafío está servido. El camino no será nada fácil, pero ¿acaso lo ha sido alguna vez? Los  partidos más importantes que se juega una sociedad siempre requieren de esfuerzos múltiples e incesantes. Y tanto de certezas a defender como de concesiones a realizar por parte de los involucrados. No se debe confundir firmeza en la conducción con necedad y sordera. Se necesitará de  sutileza y cintura política más que de nuevas cuotas de soberbia y demostraciones de “fuerza”.
Si las recientes declaraciones en el semanario Búsqueda del dirigente de Fenapes José Olivera descalificando brutalmente a Pablo da Silveira son un síntoma negativo y una muestra cabal de todo lo que debe evitarse, la señal enviada por el futuro gobierno ofreciendo la Subsecretaría del MEC a la historiadora Ana Ribeiro supone un atisbo de esperanza en cuanto a la posibilidad de conformar equipos que orienten el diálogo de manera inteligente y constructiva.
La primera actitud que nos corresponde es apoyar en un todo al gobierno que se está conformando y  ponernos a trabajar en conjunto. Ojalá que aquello de “Educación, educación, educación” marque finalmente el rumbo de quienes ejercen el poder político.

Comprendan, allí nos jugamos el futuro.

sábado, 30 de noviembre de 2019

La inutilidad de la Filosofía

Comparto la emisión televisiva de nuestras exposiciones sobre La inutilidad de la Filosofía, realizadas en el Ateneo de Montevideo, en el marco del Día Mundial de la Filosofía.
Gracias al canal Asuntos Públicos por la apuesta.
A seguir pensando juntos!
Lo pueden visualizar desde  la web de Asuntos Públicos:

jueves, 31 de octubre de 2019

Día Mundial de la Filosofìa

Se viene la actividad del martes 19, a desarrollarse en el Ateneo de Montevideo, en el marco del Día Mundial de la Filosofía. Comparto afiche de difusión y desde ya los esperamos para filosofar un rato sobre "La inutilidad de la Filosofía".


domingo, 22 de septiembre de 2019

Conversando sobre Carlos Vaz Ferreira

En un entremedio de mi participación en las Jornadas Binacionales de Educación, tuve la oportunidad de dialogar con estudiantes del Instituto de Formación Docente de Rivera, interesados en la obra de Vaz Ferreira. 
Comparto la charla, esperando pueda aportar algún elemento de interés para aquellos que quieran acercarse a la obra de nuestro principal filósofo.


sábado, 31 de agosto de 2019

El nacimiento de la Filosofía y el giro socrático

Comparto las dos primeras columnas de Punto F  -el ciclo sobre Filosofía griega que llevé adelante en 2010 en radio El Espectador-, donde abordo el nacimiento de la filosofía occidental y el giro antropológico, humanista, que representa Sócrates.
Se puede escuchar en:

domingo, 28 de julio de 2019

Aristóteles: la ética y la felicidad de un animal político

Aristóteles: la ética y la felicidad de un animal político 

En 2010 realicé una serie de columnas sobre Filosofía griega en radio El Espectador, en La segunda mañana de En Perspectiva, conducida por Gonzalo Sobral. He podido rescatar esos audios y comenzaré a compartirlos, iniciando con las columnas sobre Aristóteles, tituladas "Aristóteles: la ética y la felicidad" y "Aristóteles, un animal político": 
https://www.facebook.com/pabloromerogarcia74/videos/397903900850000

martes, 25 de junio de 2019

Foco 2030: La educación en tiempos digitales

¿Qué aportes podría hacer la filosofía en tiempos digitales, pensando sobre todo en la nuevas generaciones y en la saturación de información que les llega?

Desde esta pregunta, dialogando como invitado en el programa Dosmil30 de Radiomundo.

Se escucha en:

https://www.enperspectiva.net/en-perspectiva-radio/dosmil30/foco-2030-la-educacion-tiempos-digitales/ 

viernes, 31 de mayo de 2019

El rol de la filosofía en tiempos digitales

Estimados, comparto mi exposición titulada "El rol de la filosofía en tiempos digitales", presentada en el VII Coloquio de Filosofía e Historia de la Ciencia, desarrollado en la FIC-UDELAR, donde planteo la necesidad de una inclusión crítica de las nuevas generaciones -donde la Filosofía y las Humanidades juegan un rol central-, en el marco de la era digital, en tiempos de saturación y filtro de la información.

Se puede escuchar en:

https://www.facebook.com/pabloromerogarcia74/videos/1547212395413088


viernes, 19 de abril de 2019

Merlí y la Filosofía


¿En qué medida la filosofía puede resultar una “caja de herramientas” que nos ayude a enfrentar de mejor manera los problemas prácticos y cotidianos de nuestra existencia? ¿No es tarea de la filosofía abrir horizontes al pensar ciudadano y generar el ejercicio diario del filosofar en la comunidad?

Pues sí, la tarea del filósofo debe ser esencialmente la de contribuir generando insumos para pensar los problemas de la gente. Un filósofo es un creador y la filosofía debe ser vivida como el arte de crear herramientas conceptuales que nos hagan visualizar y enfrentar los problemas prácticos y cotidianos.

La Filosofía puede contribuir de manera positiva en las elecciones del diario vivir. Justamente, ese era el sentido fuerte en su nacimiento. En los antiguos griegos, no tenía otro sentido que el de orientar la existencia y emerge vinculada a la práctica cotidiana, a un modo de vida orientado a la búsqueda de la sabiduría, entendida como felicidad individual y comunitaria.

Comparto artículo sobre la serie catalana Merli, publicado en la plataforma cultural Granizo Uy, donde incluyo una selección de los guiones que he escrito para la emisión -en TV Ciudad- de los clips relacionados con cada uno de los capítulos.


domingo, 31 de marzo de 2019

La vigencia de la Filosofía y su ausencia en el campo político

Comparto la entrevista que me realizó el periodista Daniel Feldman en su programa La Puerta (FM Ciudadela, 88.7) sobre la vigencia de los clásicos filosóficos, el nacimiento de la filosofía occidental  y su actual ausencia en el campo político (o por qué Sartori no tenía ni idea del panóptico de Foucault).

Se puede escuchar en:


jueves, 28 de febrero de 2019

La escuela en el discurso crítico de la sospecha


Estimados, comparto la presentación que realicé del libro “La escuela en el discurso crítico de la sospecha”, del colega Joni Ocaño, obra que desde el campo de la Filosofía de la educación nos interroga acerca de “¿qué puede decir la escuela en escenarios en el que la “falsa conciencia ilustrada” –una “conciencia cínicamente lúcida” que es la expresión de una radical ironización de la ética y de las conveniencias sociales- echa por tierra toda esa tradición ilustrada moderna(incluidos los maestros de la sospecha)”.

Una obra  bienvenida, de lectura obligatoria para educadores, alumnos de formación docente y todos aquellos ciudadanos interesados en reflexionar sobre un espacio clave de nuestra sociedad, con una narrativa que recorre un tramo fundamental de la historia de las ideas, desde una perspectiva a contrapelo del conservadurismo de lo políticamente correcto y los discursos hegemónicos, justamente en tiempos donde se torna vital pensar críticamente sobre nuestro campo educativo.

La presentación se puede escuchar en:

https://www.facebook.com/pabloromerogarcia74/videos/389852018497707  

miércoles, 30 de enero de 2019

La inseguridad y la corrupción política


La inseguridad y la corrupción política: el aporte de la filosofía a su debate público

En el cierre de temporada, discurrimos en La Taberna de Platón (1130 am, Radio Nacional) sobre lo que nos depara este 2019, el cual supone intensas movidas electorales, con sus respectivos debates públicos. En tal sentido, reivindicamos la importancia de la filosofía, de la apelación a la capacidad reflexiva, a la empatía, a la ética argumentativa y la calidad del debate. Y damos un primer paso al respecto, planteando los ejes centrales del debate que se viene, reflexionando en particular sobre el tema de la inseguridad y la corrupción política.

Se puede ver y escuchar en: